—Ruff, ¡basta, me haces daño! —digo mientras siento que mi brazo es arrancado del hombro.
Ruff no deja de jalar de la correa cada que encuentra un olor nuevo en el césped (pasearlo siempre ha sido una odisea y ahora que es un adulto puede sin problemas arrastrarme por el suelo como a una muñeca de trapo). Comenzó a olfatear cada centímetro del viejo parque hasta llegar a un enorme cúmulo de flores idénticas a las que tiene mi madre en el jardín (no puedo recordar su nombre) con un color distinto a las de su al rededor que, además eran más altas que el resto.
—¡RUFF, NOOO! —grito al darme cuenta de lo que esta apunto de ocurrir.
Ruff salta sobre las hortensias (ahora recuerdo el nombre) aplastándolas todas.
—Vamos, levántate —le digo mientras tiro de la correa con todas mis fuerzas sin resultado. Empezó a ladrar sin motivo alguno y luego a escarbar entre las flores.
—Ruff, ya basta, por favor no destroces las flores —suplicaba intentando tirar de la correa con más fuerza.
Traigo a Ruff a este parque desde hace 5 años, lo adopté justo en este mismo lugar. Era un día lluvioso y él estaba intentando resguardarse de las gotas bajo un árbol mientras tiritaba de frío cuando lo vi. Decidí llevarlo a casa para que pasara la noche, luego de eso me encariñé y no pude dejarlo ir.
Mientras él sigue escarbando yo me rindo, dejo de tirar de la correa y es cuando lo veo. La llanta que estaba atada al listón rojo ya no estaba. Los niños lo habían construido hace años y siempre jugaban en ella usándola como columpio.
"Justo cuando comienzo a darme por vencida escucho rasguños, algunos ladridos y la luz del sol entrando en pequeños rayos sobre mí. Había olvidado lo cálido que es el sol, al fin podré ser libre".
Ver el listón rojo ahora vacío hizo que me viniera a la cabeza algo absurdo. Me produjo un recuerdo de mi serie favorita sobre antropología forense, en ella mencionaron que el follaje cambia cuando hay un cadáver porque la tierra obtiene más nutrientes y que la sangre puede funcionar como tinte para algunas flores como las hortensias.
Cuando vuelvo a mirar el suelo y veo a Ruff con aquel hueso en el hocico se me congela la sangre. Aquél fémur pequeño era justo como los que había visto en clase de anatomía.
*ESTA ES SOLO UNA OBRA DE FICCIÓN*
By: Valeria Florenzani.
¿Y si haces continuación?
ResponderEliminarPorfis...
Sería una muy buena serie, está atrapante D:
EliminarLa narrativa es fluida, me gusta la ambientación psicológica. Mi recomendación es que añadas percepciones, descripciones sensitivas con el entorno. Me gustó, espero una pronta segunda parte. Saludos.
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