Capítulo 1
¿Alguna vez te has preguntado...
si murieras en este instante qué podrían utilizar como distintivo para
identificarte?
Una semana antes...
La noticia había corrido muy
rápido por el colegio. Aquel cuerpo desmembrado encontrado a las orillas de la
escuela dentro de una bolsa de basura esta mañana. Todos especulaban sobre la
identidad de la chica, esperando que no fuera alguna conocida.
Catalina se encontraba en
shock, los paramédicos la habían cubierto con una manta y los policías no
dejaban de hacerle preguntas que era incapaz de responder, su cuerpo temblaba
de arriba abajo y sus labios se habían pegado firmemente, sin la posibilidad de
abrirse. Sentía unas ganas inmensas de llorar y echarse a correr para alejarse de
ese lugar y esa escena tan espantosa, pero su cuerpo no respondía a ninguna de
sus órdenes. Esa mañana se dirigió a su escondite preferido para fumarse un
cigarrillo antes de clases, sus padres se habían pasado toda la noche peleando jodiéndole el sueño y necesitaba la nicotina para relajarse un poco. Pronto
llegó al conjunto de arbustos que cercaban la escuela y estaba a unos metros cuando comenzó a escuchar un horrible zumbido, como el de una abeja
enorme muy cerca de la arboleda, se quitó el cigarrillo que ya había puesto
entre sus labios y se acercó sigilosamente hacia aquel ruido, pero al dar unos
pasos percibió un asqueroso y penetrante olor, le vinieron arcadas de inmediato
y estaba dispuesta a largarse de ese lugar cuando vio la bolsa.
—Pero quién demonios
dejó la basura aquí —exclamó mientras tapaba con el suéter de la escuela
su nariz y boca para evitar aquel horripilante olor.
Deben haberse dejado la
basura aquí desde el viernes y por eso huele tan mal, pensó mientras se acercaba
un poco más, al llegar vio miles de moscas y gusanos saliendo de ella y el
olor era aún más insoportable, estaba a punto de echarse a correr cuando
vio aquella mano que sobresalía de un agujero en la bolsa.
Comenzó a gritar como loca sin
importarle el olor y era lo único que su cerebro recordaba, de ahí los
recuerdos brincaban hasta la llegada de aquel paramédico de cabello rojizo que
la sacudía y le iluminaba los ojos con una pequeña luz.
—¿Han logrado
identificar a la víctima? —preguntó el detective en jefe que acababa de llegar
a la escena al médico forense que se encontraba junto a los restos tomando
fotografías sacando a Catalina de su ensimismamiento.
—Hemos contactado
con el director del colegio, pero será complicado, el asesino desfiguró su
rostro y destrozó sus piezas dentales, también rebanó sus huellas dig...
—Es Ming —dijo
por fin Catalina que seguía con la mirada perdida sentada en la ambulancia y
que al parecer había estado escuchando la conversación de los oficiales.
—¿Cómo dices?
—preguntó el detective Oscar mientras caminaba lentamente hasta la ambulancia
donde se encontraba la chica que (según le habían informado al llegar) había
encontrado el cuerpo esta mañana.
—La chica, es
Ming —repitió dejando que las lágrimas al fin escaparan de sus ojos desesperadas.
—¿Qué te hace
pensar que es ella? —dijo en un tono de voz amable mientras eliminaba la
distancia que lo separaba de aquella destrozada chica.
—El brazalete —dijo
antes de romper en llanto y comenzar a vomitar.
El médico forense se acercó a
los restos y buscó el brazo derecho donde había visto un hilo ensangrentado, lo
retiró con cuidado y lo limpió con los guantes para tomarle unas fotografías y
meterlo en una bolsa de evidencia que luego le pasó al detective. Este la
miró con detenimiento y advirtió que tenía un nombre escrito en ella con
algunas cuencas: CAT rezaba.
—Las hicimos en
quinto grado como regalo del día del amor y la amistad, yo tengo la que lleva
su nombre —dijo Catalina sacando el brazo de la manta entre sollozos mostrando
un brazalete idéntica al de la víctima, pero que rezaba MING en sus cuencas.
—Nunca se lo quita, siempre bromeábamos con que nos enterrarían con ellos —susurró antes de volver al silencio absoluto y perderse en la nada.
Por: Valeria Florenzani.
Gracias por leerme, sus comentarios me ayudarán a saber si quieren que siga con esta historia que me hace muchísima ilusión.
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